RECOMENDACIONES PARA FOTOGRAFÍA MACRO

Por Delia A. Pereira

Los ajustes de la cámara para hacer fotografía macro

Dado que la fotografía macro se realiza con grandes aumentos y, generalmente a corta distancia del sujeto, la profundidad de campo suele ser bastante limitada. Esto hace preciso que, en muchas ocasiones, se deban usar diafragmas cerrados (entre f/16 y f/22) para así obtener la mayor área de enfoque posible y lograr que el sujeto quede nítido en la mayor parte de su extensión.
Esta situación obliga a levantar los ISO y, cuando con esto no alcanza, bajar la velocidad de obturación. Esto implica que sea necesario tener un gran control de los parámetros de configuración de la cámara; y la mejor manera de lograr esto, es usando el modo manual.
Otra opción es usar el modo Prioridad de apertura, pero el primero siempre es una mejor opción, a la que, una vez acostumbrados, difícilmente queramos abandonar. Obviamente cada uno elegirá el modo con el que se sienta más cómodo y le permita lograr la fotografía deseada.

Generalmente los fotógrafos buscamos que los sujetos protagonistas de nuestras imágenes estén lo más enfocados posiblei. Pero, en ocasiones, sobre todo cuando dejamos rienda libre a la creatividad, puede resultar muy interesante usar una gran apretura de diafragma y reducir la profundidad de campo para obtener el llamado “enfoque suave”, una técnica que difumina los bordes del sujeto, dando un aspecto etéreo u onírico a la imagen.
Ya sea que elijamos una mayor o menor apertura de diafragma, es obvio que necesitamos tener un alto nivel de control sobre ese parámetro y los otros asociados a él. Por ende, tener un gran manejo del triángulo de exposición y de los controles de la cámara es muy ventajoso.

El enfoque


Como hemos visto, el enfoque es un tema a considerar cuando hacemos macrofotografía.
La escasa profundidad de campo con la que nos manejamos y las cortas distancias entre el sujeto y la cámara, hace que el enfoque automático no siempre sea factible. Amén de que con los aumentos también se agrandarán los errores y por ende la necesidad de ser precisos.
En consecuencia, es importante aprender a enfocar de forma manual, algo que, al principio puede parecernos difícil, pero que a medida que lo dominamos, se hace casi natural y nos brinda un importante control a la hora de enfocar a nuestro sujeto.

Iluminación para fotografía macro

La iluminación en la macrofotografía es algo que merece una especial consideración.
Nos manejamos con sujetos/objetos pequeños, muchas veces ubicados en lugares oscuros y los diversos dispositivos que solemos usar para lograr las fotos, adolecen de ciertas restricciones a la hora de dejar pasar la luz al censor. Amén de ello, se hace difícil controlar la cantidad de luz al usar dispositivos de iluminación o encontrar los esquemas de luz adecuados para no perder volumen o exagerar con las sombras.
Lo ideal es empezar utilizando luz natural, aprovecha el sol. Esto que parece muy sencillo y, realmente puede serlo, requiere que sepamos algunas cosas como saber cuál es la mejor hora para hacer fotografías macro en la naturaleza. Y aquí la recomendación no difiere mucho de lo que pasa con otros tipos de fotografías de naturaleza: las primeras horas de la mañana y las últimas de la tarde, son las mejores, sobre todo en días soleados. La llamada hora dorada es la que nos proporciona esos tonos dorados que suavizan tanto nuestras imágenes y le dan un toque tan particular que hace que resulten especialmente atractivas. Este momento del día tiene una ventaja adicional, pues es el momento en el que los insectos se encuentran menos activos y por ende, resulta más fácil encontrarlos posados y quietos, lo que hace más fácil acercarse a ellos.
Cuando está nublado, el mediodía se vuelve una buena opción, ya que las nubes hacen de filtro y evitan las formación de esa sombras tan duras que suelen caracterizar a las fotos hechas a esta hora del día.

En ocasiones, puede suceder que la única opción que tenemos es la luz del sol, pero en horas menos propicias, por lo que las sombras se proyectan con tanta dureza que las fotos resultan poco atractivas. En estos casos, la utilización de difusores será de gran ayuda. Un elemento muy útil para estos casos es el paraguas de iluminación o sombrilla fotográfica, que como su nombre lo indica tiene las características de una sombrilla o paraguas traslúcida, de color blanco que, en lugar de un mango, posee una punta que permite clavarlo en el suelo (también puede ser sujetado con pinzas a un pie de flash o algún dispositivo similar) y nos permite modificar la luz a nuestro antojo. Si no poseemos esta herramienta, un trozo de tela blanca, o papel vegetal, o una servilleta convenientemente enmarcados, al igual que un pedazo de plástico traslúcido, pueden ser muy útiles para difuminar la luz y evitar la formación de las sombras duras.

CONSEJOS PARA PRINCIPIANTES

Acercarse o alejarse del sujeto

Como ya sabemos la fotografía macro consiste en hacer primeros planos de sujetos/objetos pequeños para mostrar lo que nuestros ojos no siempre pueden ver. Por esa razón usamos lentes o accesorios que nos permiten un gran acercamiento.
Esto hace necesario que aprendamos a acercarnos al sujeto (en especial si éste es un animal que puede desplazarse), sin que se aleje o se mueva. No siempre resulta fácil, pero con la suficiente práctica y conocimiento, todo es posible. Por eso es importante perder el miedo e ir probando hasta donde podemos acercarnos. De esa manera iremos aprendiendo y ganando confianza.

Cómo lograr el máximo enfoque posible.
Dado que la profundidad de campo es mínima, es conveniente ubicar al sujeto de manera que gran parte de él quede paralelo al censor de la cámara y, por consiguiente, al plano de enfoque. Así evitaremos el desenfoque en alguna de sus partes.
Otra forma de lograr fotos en las que el sujeto esté totalmente enfocado es el apilamiento de enfoque. Esta es una técnica que consiste en tomar una secuencia de imágenes, cada una a una profundidad focal distinta, que luego se fusionan ya sea en la misma cámara, si ésta tiene la función, o, en pos procesado con la ayuda de un software (Adobe Photoshop, por ejemplo).

La suma de las distintas imágenes, cada una con una zona distinta del sujeto enfocada, da como resultado una fotografía en la que la figura esté totalmente en foco. Si bien la técnica no reviste grandes dificultades, es importante tomar algunas precauciones. El motivo debe permanecer estático y las imágenes deben tomarse siempre desde la misma perspectiva. Por esta razón, es conveniente trabajar en interiores o tomando todas las precauciones para que el viento o el movimiento del sujeto no dificulten el fusionado preciso de las imágenes. El uso del trípode con rótula milimétrica o con riel de enfoque es, para esta forma de hacer fotos, una herramienta muy importante.
Por otro lado, no toda la fotografía macro debe ser de primeros planos. En ocasiones resulta muy atractivo incorporar parte del contexto que rodea al sujeto. Con mayor razón si en éste existen elementos que suman a la composición de la imagen o si logramos capturar algunos flares o destellos de lente, los que suelen ayudar a crear una sensación de profundidad, de dimensión y hasta transmitir emociones, dando un toque artístico a las imágenes.

La composición

La composición es un aspecto fundamental para la realización de cualquier tipo de fotografías, y en este caso, reviste características particulares que vale la pena considerar.
Como en cualquier clase de fotografías, es importante definir el tipo de encuadre, horizontal o vertical, considerando la forma del sujeto y la posición en la que se encuentre.
Dado el tamaño de nuestros sujetos y la escasa profundidad de campo de la que disponemos, muchas veces se hace necesario definir qué parte de éste se constituirá en el centro de interés de la fotografía. Esto dependerá del tipo de sujeto y de lo que consideremos que es importante destacar. Por ejemplo, si se trata de un insecto, quizá sea conveniente considerar al o los ojos en ese lugar, si es una mariposa, sus alas y si es una flor, pues la zona que más nos interese destacar, y así sucesivamente. Lo importante es observar la escena y luego tomar la decisión más conveniente.
Hay muchas formas de destacar el centro de interés. Una de ellas es el enfoque y la nitidez de esa zona, pues cuanto más nítido esté un sector de la imagen, más atraída se sentirá la mirada hacia el mismo.

La luz juega un rol destacado a la hora de dirigir la mirada, pues, como bien sabemos, las zonas más iluminadas son las que más llaman la atención en una imagen. Lo mismo pasa con los colores y las texturas que, además, sirven para crear contraste y dar volumen a la escena.
Otro elemento útil para lograr esto último, lo constituyen las líneas y formas que, además guían el ojo del espectador hacia el centro de interés. Estas, como bien sabemos, no necesitan estar bien definidas. Con que se insinúen mediante la disposición de los diferentes elementos en una escena, será suficiente. El enfoque selectivo es otra técnica compositiva que cumple la misma función, además de aportar cierto tono de misterio o ensueño a la fotografía.

Los fondos en la fotografía macro revisten una gran importancia porque, al ser tan pequeño el sujeto principal, cualquier otro elemento que lo acompañe puede tender a opacarlo. Por esa razón, muchas veces lo mejor es buscar fondos neutros o difusos, que lo acompañen y resalten, especialmente si logramos que tengan colores complementarios. En este caso, la profundidad de campo reducida puede constituirse en una gran aliada, ya que hace mucho más fácil la tarea.
En definitiva, los fondos pueden ser lisos, apartados de toda interacción en nuestras composiciones o bien pueden ser partícipes de nuestro lenguaje visual procurando que determinados elementos dentro de él (manchas de color, líneas o formas) interactúen con nuestro protagonista. La decisión siempre será del fotógrafo y en relación con lo que éste busque transmitir con su fotografía.
Otras herramientas compositivas que pueden ser muy útiles son los enmarcados naturales, que se pueden lograr mediante ramas, hojas, troncos, piedras, e incluso otros sujetos del mismo tipo que el que estamos fotografiando. También las luces y las sombras, o cualquier otro elemento que se encuentre en la escena y sirva para tal fin.
El llamado efecto espejo y las simetrías también son interesantes a la hora de componer, y para lograrlos, nada mejor que los reflejos y las sombras que podamos encontrar en la escena o crear con algunos artilugios.


Por supuesto que éstas no son las únicas herramientas con las que contamos. En realidad todo dependerá de nuestra creatividad, de lo que queramos contar y, en gran medida, de nuestro dominio de este aspecto de la fotografía, por lo que siempre es importante ampliar nuestros conocimientos al respecto y sobre todo, ponerlos en práctica con la mayor frecuencia posible.
Una última cuestión a considerar tiene que ver con cómo nos movemos a la hora de hacer este tipo de fotos. Es siempre importante desplazarnos alrededor del sujeto, acercarnos, alejarnos, agacharnos, ponernos en cuclillas, e incluso, colocarnos al ras del suelo. Ir probando con diferentes ángulos, jugar con los picados y los contrapicados… Todo para lograr la mejor toma posible de ese sujeto que llama nuestra atención y que deseamos mostrar a los demás.
Como vemos, hacer fotografía macro no reviste más dificultad que cualquier otro género fotográfico y tampoco requiere grandes inversiones, así que no hay mucho más que pensar, solo queda tomar la cámara y empezar a mostrar las cosas pequeñas en tamaño grande para que todos la vean. Esperamos que lo aquí expuesto sea una buena ayuda para conseguirlo.